Si el vino es poesía embotellada, el queso es pura artesanía hecha alimento. Francia y los Países Bajos son dos gigantes en el mundo quesero, cada uno con su propia historia, métodos y personalidad en cada bocado. Viajar a través de sus quesos es recorrer siglos de tradición, cultura y pasión.
Francia: Elegancia y Diversidad en Cada Corte
Francia es famosa por tener un queso distinto para cada día del año —y algunos dicen que incluso más. Desde las suaves texturas de un Brie de Meaux hasta la intensidad salina de un Roquefort, el repertorio francés es casi infinito.
- Camembert: Cremoso, suave y con un sabor que se intensifica con el tiempo.
- Comté: Un queso de montaña, complejo y ligeramente dulce.
- Roquefort: Potente, azul, y protegido por denominación de origen desde 1925.
En Francia, el queso no es solo comida: es un ritual, parte de la sobremesa y de la identidad cultural.
Países Bajos: El Arte del Queso Maduro
Los Países Bajos han convertido sus verdes praderas y vacas lecheras en auténticas fábricas de sabor. El Gouda y el Edam son sus estrellas internacionales, pero el país ofrece mucho más.
- Gouda añejo (Oude Gouda): Sabor profundo, toques de caramelo y cristales de maduración.
- Edam: Suave y ligeramente salado, envuelto en cera roja.
- Leyden: Gouda especiado con comino, un viaje directo a la campiña holandesa.
En Holanda, el queso es parte de la vida diaria: en desayunos, almuerzos e incluso como snack callejero.
Diferentes Estilos, un Mismo Amor
Mientras los franceses suelen apostar por quesos más cremosos y de maduración variable, los holandeses se inclinan hacia quesos firmes y de larga conservación. Pero en ambos casos, la dedicación a la calidad y al sabor es absoluta.
Cómo Disfrutarlos Juntos
Un buen plato mixto puede combinar un Brie francés con un Gouda añejo, o un Roquefort con un Edam joven. Añade pan rústico, frutas frescas y un vino adecuado —quizá un Sauvignon Blanc para los holandeses y un Pinot Noir para los franceses— y tendrás un festín listo para impresionar.
💡 Tip gastronómico:
Para una experiencia completa, prueba maridar quesos franceses con vinos franceses, y quesos holandeses con cervezas artesanales del país. Sorprenderá tu paladar.
